Porciones
para
Peregrinos
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Semanas
Introducción y Prefacio 29—La todosuficiencia de Cristo 39—Nuestras necesidades y 44—Aliento para los peregrinos 51—La luz celestial |
Todavía en camino al reposo de Canaán, Tus necesidades y aflicciones atraerán Gracia oportuna que del cielo bajará;— Del
manantial
de
misericordia beberás.
La sabiduría y la filosofía nunca descubrieron a Dios; Él se da a conocer a nosotros mediante nuestras necesidades; la necesidad lo busca. … El corazón del pecador—sí, y también el corazón del santo—es llevado a su verdadero puesto de esta manera. Dudo mucho que hayamos aprendido nada de manera sólida si no lo hemos aprendido de esta manera.
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Nunca deberíamos desalentarnos, porque el Señor en quien confiamos nunca fracasa ni puede fracasar. Es como en 2 Timoteo, cuando todo estaba en ruina y decadencia, que Pablo exhorta a su amado hijo a ser fuerte en la fe; nunca hay un momento tan oportuno para ello, porque es necesario entonces, y el Señor siempre suple a las necesidades.
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He aprendido junto a la cruz lo que Dios era para mí como pecador; y ahora tengo que aprender cómo él suple a mis necesidades como santo, sintiendo mi necesidad y llevándola a Él. Estar hambriento no es suficiente, tengo que estar verdaderamente famélico para conocer lo que Él es en Su corazón para conmigo. Cuando el pródigo tenía hambre, quería alimentarse de algarrobas; pero cuando estaba muriendo de inanición se volvió a la casa de su padre, y entonces aprendió el amor del corazón del Padre.
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Si solo conociéramos un poco más del consuelo y gozo de beber de la plenitud del amor de Dios, sentiríamos que las actuales circunstancias son como nada.
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Siempre que hay una necesidad real en el desierto, es pecado dudar de que Dios nos vaya a ayudar o no. … Tentar al Señor es dudar de que Él suplirá de Su bondad dándonos todo lo que necesitamos.
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«Señor, si quieres, puedes limpiarme.» El leproso estaba seguro del poder, pero no conocía el amor que estaba allí. Él lleva el amor justo adonde estaba el leproso, y «extendiendo él la mano, le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio». Si alguien tocaba a un leproso, se hacía inmundo y era echado fuera del campamento. Pero Él no podía quedar contaminado … Una santidad incontaminada e incontaminable lleva a los pecadores el amor que necesitan.
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«¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos!» … Este es un bendito tema, el tema de los pensamientos de Dios—altos, como los cielos son más altos que la tierra, que nuestros pensamientos, el tema de la insondable e ilimitable gracia de Dios. Aquí tenemos una libertad real. ¿Sabemos qué significa que nuestros propios pensamientos, tan estrechos, tan míseros, tan bajos, sean vencidos por los elevados, generosos y gloriosos pensamientos de Dios—Sus pensamientos de nosotros respecto a lo que somos en Cristo? … Jesús es el gran pensamiento de Dios—los pensamientos de Dios nos son expresados en Él. No es un ángel no caído, sino un pecador vivificado por el Espíritu de Dios el que puede así entrar en los profundos pensamientos de Dios.
Porciones para Peregrinos - Citas de J. N. Darby // Selección de H. G. Título original: Pilgrim Portions - Meditations for the Day of Rest - Selected from the
Writings, Hymns,
Letters, etc., of J. N. Darby SEDIN-Servicio Evangélico
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